Segundo tomo de historias cortas de terror autoconclusivas del mangaka Junji Ito. Siempre perturbador y, en muchas ocasiones, repugnante, se nos presentan en este tomo alusiones al vampirismo y la gastronomía, a extrañas adolescentes camaleónicas como metáfora de la búsqueda de identidad, también al horroroso mundo paralelo de los sueños y el arquetipo de "El Otro"...
Pero la mejor pieza es, sin duda, la que cierra el tomo: una historia de misteriosas posesiones que entroncan con la infancia perdida en uno de los relatos más tiernos y melancólicos de este autor en el que las motivaciones de los personajes no concuerdan, desde luego, con lo que se presupone.
Te deja un triste mal sabor de boca y la sensación de haber leído de nuevo cuatro excelentes piezas cortas que se acercan al horror sobrenatural de una forma ingeniosa y muy fresca, aunque enormemente perversa y retorcida.
Hasta la próxima grabación y recordad que siempre hay algo bueno y malo en la Verdad: todo el mundo tiene una.
Buenas noches, Nueva Orleans.
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