Cierto que no puede dar más de sí en el breve espacio que se le entrega pero está realizado con mimo y, lo más importante, me ha evadido y entretenido (no siempre van de la mano) durante ese rato y, últimamente, es de lo poco que le pido a un producto creativo de la suerte que sea.
Por supuesto, me he enamorado profundamente de la Capitana Carter y me resulta increíblemente atractiva en todas sus facetas mostradas, mucho más plurales y entretenidas en este relato corto que el Capitán América en todas las horas de metraje de las que disfruta.
Quizá es que algunos chicos no somos como los demás y, a veces, también escuchamos el "I need a hero" y soñamos con una Diosa de barro.
Y es que muchos hombres tampoco ven (por la programación a la que a ambos sexos nos someten) que estamos rodeados de heroínas que no llevan traje y lo son día a día, siendo lo que son.
Hasta la siguiente grabación y recordad que siempre hay algo bueno y malo en la Verdad: todo el mundo tiene una.
Buenas noches, Nueva orleans.
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